lunes, 13 de mayo de 2013

Cap. 6 Somos artistas y espectadores a la vez.

9 de Mayo

La humanidad ha intentado expresarse de diversas formas utilizando la pintura, la escultura, escritura, arquitectura, danza y música.
Muchas de ellas van de la mano, con el objetivo de mostrar una visión, un sentimiento, un punto de vista. Una manera de observar el mundo. La pasión es lo que mantiene estas expresiones, y cada una se rige por una filosofía distinta. 
En esta ocasión, se opta por el movimiento corporal, mezclado con la serenidad, armonía y sonido. Caminamos... y escuchamos nuestros pasos. Nos miramos, nos saludamos amistosamente, jugamos con nuestros cuerpos libres. Nuestra alma encapsulada se hizo partícipe y comenzó a sentir. Nos invadió la casualidad de encontrarnos con cualquiera y hacer un simple saludo. A veces nos equivocábamos y nos reíamos cuando se debía estar en silencio, pero fue lo que condimentó el producto final: La complicidad.

Diversión, dispersión, comunicación, sincronía, organización... Son los conceptos que resumen esta experiencia. Sorpresa también es una de ellas, nunca pensé que 60 alumnos podían organizarse. Me demostró la conexión que existe entre nosotros. Un grupo grande y conectado.

Luego la casualidad se hace presente cuando uno debía elegir al primer compañero que uno se topara. Unir nuestras espaldas y expresar con movimiento, palabras que representaban algún sentimiento, calma, rabia, felicidad, tristeza, etc. Con mi compañera pudimos sincronizar movimientos que reflejaban cada concepto. Lo que significa que mediante el movimiento se puede interpretar cualquier cosa a través del baile, mímicas y gestos. El movimiento hace a la palabra... ¿O es al revés?

De la forma que sea, no deja de ser el Arte del movimiento una expresión. Arte es sinónimo de cuerpo y alma libre en un mundo que se niega a crear.

“Pero el hombre no es independiente, porque el movimiento comience en él, sino porque puede inhibir el movimiento. Rompe, pues, su propia espontaneidad y naturalidad.” Georg Wilhelm Friedrich Hegel



La naturaleza del hombre es el movimiento, la búsqueda. Explorar el mundo haciendo camino, expresar cómo vemos la vida a través de diversas formas de movimiento. Qué importa si no bailas como un profesional, demostrar tu interioridad a través del arte te hace un humano de calidad, digno de admiración. 

Si bailar significa moverse al ritmo de la música, entonces bailamos. No somos bailarines profesionales, pero fuimos perfectos al formar lazos a través del movimiento. Se prendió la música y prendimos nosotros. 
Nos guiaron con movimientos de brazos y muchos perdíamos la coordinación a cada momento. Pero logramos el objetivo. 

Nos toca descansar, relajarnos y respirar. Concentrarnos al menos unos minutos en nuestro interior, nuestros latidos del corazón, ser espectadores de nuestro movimiento interior. 

¿Alguien acaso había dedicado minutos de su vida a sentir este espectáculo? En los días no queda tiempo de disfrutar de las cosas simples, a pesar de que esté la alegría que tanto buscamos en cada una de ellas. Espero, siento y pienso que esto es algo que seguirá maravillándome cada día, algo que llevaré en mi memoria para recordar que el movimiento puede construir grandes cosas.



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