miércoles, 8 de mayo de 2013

Cap. 5 Arte y metáfora.

Siempre lo he dicho, nunca he sido buena para las manualidades. No soy prolija, tengo mal pulso y no sé cómo plasmar la idea que tengo en mi cabeza. Siempre me decepciono porque me hago expectativas demasiado grandes quizás, ya que al final de mi trabajo consigo algo muy distinto a lo que pensaba. La versión atropellada de lo que realmente tenía pensado.

Esto ocurrió el 2 de mayo, un intento fallido... el día anterior a la decoración de máscara había buscado en internet muchas ideas y modelos para fomentar y complementar mi creatividad. Así que en mi mente tenía algo espectacular. Como resultado... esto:

Según mi tía, un pirata hippie. ¡YO NO QUERÍA ESO! pero durante el proceso simplemente me dejé llevar. Siempre soy muy planificada para todo, tenía todo listo para hacer mi máscara, todo en mi cabeza. Pero resultó algo totalmente diferente. ¿Para qué ser tan estructurada? al final, la máscara representó lo que sentía en ese momento. Lo que en esa ocasión me representaba, así que feliz. Feliz de haber dejado el método de lado y optar por la dispersión.

Vi a muchos compañeros muy estresados porque no les resultaba lo que querían, pero otros, como yo, se dejaron llevar por la imaginación y los colores. 

Personalmente me encanta la combinación del rojo con el amarillo... Nunca he sabido por qué, así que eso "intenté" hacer en mi máscara. Y me encantan las flores, también lo representé. Quizás con estas dos ideas podría haber hecho maravillas, pero lamentablemente, como dije antes, fue una versión atropellada.

Lo que siempre me ha molestado, es ensuciar el entorno o mi ropa con lo que estoy trabajando, pero esta vez fue distinto porque me sentí muy relajada, pude crear algo que fue muy espontáneo, porque todo el tiempo creí que iba a quedar bien. Quizás no fue la máscara más hermosa de todas, y no haya representado mis ideas, pero representó mi personalidad, y creo que era el objetivo.

En definitiva me gustó esta clase por el hecho de compartir conmigo misma. Para mi fue un momento íntimo y legítimo en el sentido de poder plasmar mi interioridad con libertad. 

No comprendo aún lo difícil que se me hace esto, pero me gustaría averiguarlo. Supongo que las personas nacen con intereses y habilidades distintas. Personalmente no sé aún cuál es mi habilidad, no me he dedicado  a reflexionar para qué soy buena, pero tengo muy claras las cosas que se me hacen más... complicadas.

La máscara es sinónimo de metáfora, y la metáfora una realidad escondida.

Con esta máscara me veo mucho mejor,
con la anterior me confundieron muchas veces

con un intelectual loco.

Esta hace juego con mi vida rosa.

La verde la dejaré

para visitar a un falso ecologista.

Y la de la esquina, esa de hierro,
me la pongo cuando quiera pasar por insensible.
Tengo en el cajón del medio
una de cartón piedra,
me gusta llevarla en las noches de narices frías
con los miserables callejeros.

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