"La música que se aprende no tiene nada que ver con la que se lleva adentro."
Juan Luis Guerra
Cuando era pequeña, siempre me encantó tocar instrumentos. Mi primer piano fue a los 4 años y aprendí a tocar sola, poniéndole el nombre de las notas musicales a cada tecla hasta que logré aprender alguna canciones. Luego toqué guitarra durante toda mi infancia hasta el día de hoy.
Desde que estoy en Santiago dejé la música de lado, lo académico definitivamente no me deja tiempo como para ocuparme en mis hobbies... así que la actividad que realizamos esta clase, me sirvió mucho para retomar algo que no recordaba que fuera tan importante. No importaba si sabías o no tocar un instrumento, porque lo esencial era jugar, simplemente experimentar con los sonidos y dejarse llevar.
25 de Abril
25 de Abril
Formamos un círculo que en el centro tenía todos los instrumentos que cada uno había llevado. Luego elegimos el que más nos llamara la atención, personalmente elegí uno, que en ese momento no sabía como se llamaba, pero averigüé un poco más, y se llama Calimba. Quizás no muchos lo conocen, pero me llamó especialmente la atención el material con el que estaba hecho. Definitivamente fue el instrumento que me causó mayor curiosidad y tenía muchas ganas de observarlo detenidamente.
Luego de esto todos los instrumentos de cuerda, viento y percusión se organizaron en grupos para presentar un repertorio musical prácticamente improvisado, pero que tuviera una melodía. Así que con mi grupo de cuerdas, opté por tocar la guitarra... La extrañaba.
Más que nada me gustó ver el trabajo de mis compañeros, me sorprendieron con la habilidad que tienen de crear y de entretener al público. Ýo por mi parte, no quería soltar la guitarra y seguir tocando aprovechando el tiempo que tenía.
Estas actividades me hacen recordar que me gustaría ir por la línea de la música y aplicarlo a la Terapia Ocupacional. Considero un método efectivo e indispensable tratar a través del arte. Dicen que el arte saca lo mejor y lo más escondido de nosotros.
Reitero... quiero mi guitarra otra vez conmigo. Pero me daría tanta pena verla llena de polvo, porque sé que no tendré tiempo para tocarla. Pero bueno, en algún momento tendré la oportunidad de hacer lo que aprendí sola y seguir mejorando. Aunque la verdad, tengo muchos traumas aún con tocar en público... de las 2 veces que lo he hecho, han salido todas mal. Afortunadamente esta vez, cuando tuve que presentar no pasó nada malo y no salí llorando. La tercera es la vencida.
A pesar de que la clase haya sido muy ruidosa (porque hay que reconocerlo, al principio fue todo un desastre), me gustó ver la creatividad de mis compañeros. Lejos es lo que más valoro de esta clase. El ingenio y el trabajo en equipo fueron las palabras claves y afortunadamente fue una experiencia increíble poder presenciarlo.
Esta clase me hizo recordar a un capítulo del chavo del ocho. Es inevitable terminar con este video.
Buen comienzo Valentina, textos suelto y fotografías.
ResponderEliminarNo olvides aplicar el hipertexto en tus publicaciones y de llevar tu blog al día.
saludos y felicitaciones